24 horas en San Francisco
San Francisco es una fiesta. La ciudad rezuma tanta genialidad que restringirlo a un día solo te servirá de aperitivo a lo que esta ciudad tiene que ofrecer – pero siempre puedes volver atrás por unos segundos. Hemos diseñado un itinerario en caso de que vayas justo de tiempo.
9:00: Empieza en el muelle 39 y comienza el día con vistas espectaculares y con los sonidos de leones marinos. Estos leones miran a la prisión de Alcatraz, de la que solamente un hombre ha sido capaz de escapar, nadando en estas aguas plagadas de tiburones.
12:00: ¿Hambriento? Prueba la mejor crema de almejas de la ciudad, en Fisherman’s Wharf. San Francisco puede ser frío y gris, incluso durante el verano – así que nada te entrará mejor que esta sopa humeante.
14:00: La hora de ir a Union Square. Pasea por las exclusivas tiendas de Westfield Shopping Centre mientras te diriges a Little Paris, donde podrás elegir entre una selección de cafés de ensueño al más puro estilo francés. Ooh la la.
15:30: Es el momento de ir al hiperpoblado Chinatown, el más extenso fuera de Asia. Regatea el precio de una falsificación de Louis Vuitton y prueba unos auténticos dumplings chinos.
17:00: Parada técnica: En Mission Dolores Park para tomarte un refresco y un pretzel de uno de los muchos chiringuitos de comida. Hazte con un sitio en el césped y disfruta del panorama.
19:00: Sube a Telegraph Hill para contemplar una imponente vista 360 grados de San Francisco y el Golden Gate. Desde este punto es fácil darse cuenta de lo empinada que es la ciudad. Estarás agradecido de que no te sugerí un tour en bicicleta.
21:00: Te recomendamos cenar en la Trattoria Contadina en Little Italy. Básicamente porque nunca te equivocarás si eliges unos espaguetis caseros con albóndigas. La mayor parte de la plantilla es italiana, así que no te cortes y suelta alguna que otra palabra en italiano. Les encantará.
Al final de la jornada, espero que te encuentres satisfecho, no solo por la rica cena italiana, sino por lo espectacular que es San Francisco. Mi queridísima ciudad de origen.